Mi aventura de ser docente
Ser
docente es verdaderamente una aventura: es una de las profesiones más
gratificantes, puesto que, al tener la oportunidad de trabajar con alumnos
podemos vivenciar diferentes experiencias tanto positivas como negativas que nos
dejan aprendizajes y que nos hacen
crecer cada vez más en el ámbito profesional.
Trabajar
en una escuela implica muchas responsabilidades tanto por parte de los
profesores, como de los alumnos, de los padres de familia y de las autoridades
educativas de cada lugar. Se requiere de un trabajo en conjunto para poder
brindar una educación integral.
Así
también, cada institución es una entidad distinta desde su tipo de organización,
lugar de ubicación, infraestructura y los recursos con que cuenta, entre otros
muchos factores que pasan a repercutir de manera directa en el trabajo que
realiza el docente y los alumnos que laboran en ella.
En
las comunidades rurales se hacen más presentes las carencias de materiales,
recursos y apoyos por parte de los padres de familia, pues intervienen diversas
circunstancias que las hacen más tendenciosas a este tipo de dificultades.
Laborar
en una escuela rural me ha dejado muchas experiencias, pues en ella he podido
vivenciar distintas dificultades que me han permitido comprender más mi labor
docente y las grandes responsabilidades que tengo en mis manos, para así de
esta manera poner más esfuerzo, investigar, preparar mis clases, elaborar
material y poder contribuir a la formación de los alumnos.
Considero
que como docentes podemos contrarrestar algunas limitantes, siempre y cuando
estén a nuestro alcance, puesto que existen algunas circunstancias en las que
aunque queramos intervenir no es posible por los factores socio culturales que
tiene cada lugar y que son ajenas a nuestra labor.
Pero
sin duda la mejor forma de poder combatir los malestares de la docencia puede
realizarse a través de nuestra profesionalización, investigación y
actualización en conjunto con los esfuerzos, compromisos y sobre todo de las
acciones en el aula para poder educar para la vida. Pues creo firmemente que el
logro más grande de cada educador será poder en algunos años ver a sus alumnos
convertidos en personas de provecho que apliquen lo aprendido en las aulas en
sus vidas para resolver problemas.
Hola Esmeralda, un placer saludarte.
ResponderEliminarBrillante oportunidad para comentar tus actividades del blog que has construido, en primer lugar te felicito, ya que en tus comentarios mencionas lo bien que te sientes al trabajar en una comunidad rural apartada de la ciudad, sin embargo, eso motiva a seguir adelante ya que visualizas a tus alumnos como futuros profesionistas.
Solo te recuerdo que te falto comentar "Mi confrontación con la docencia" es decir, un escrito argumentativo de tu labor docente.
Nos vemos mañana, Cuídate.
Atte. Mtro. Valentín González Hernández.